viernes, 2 de septiembre de 2011

ESTE VERANO






































Este verano que ya acaba ha sido, como podéis ver, de crecimiento para José y Vera (ya tienen más cara de niños que de bebés), aunque en el caso de Vera haya sido sólo crecimiento a lo alto (ya mide 78,5 cm) y no a lo ancho. De hecho, desde que "dejó de comer" (es decir, aborreció el biberón, que era lo único que comía hasta entonces) el 23 de junio ha dejado más de medio kilo. Hace un par de semanas la pesé y estaba en unos tristes 7,4 kilos, con 21 meses!!! Pero bueno, con el paso del tiempo intento acostumbrarme a la idea de que ella es mala comedora (hoy por hoy sólo come chispitas de comida, un poquito de zumo, otro poquito de yogur líquido y 2-3 bibes al día dormida, porque despierta no hay manera) y que va a ser delgadita, aunque no es fácil salir a la calle y ver sólo bebés rollizos mientras mi Vera está en los puros huesos (le sirve la ropa de 6 meses!!!). Aparte del peso la verdad es que su salud ha sido muy buena durante todo el verano, y sus revisiones bien. Eso sí, aún no camina sola. Necesita un apoyo mínimo, un dedo o algún objeto que la haga sentir segura. Sus fisios hace mucho que me dicen que no hay ninguna razón para que no se decida a andar sola, es sólo el miedo a caerse y hacerse daño... lo que es comprensible con todo lo que ha pasado la pobrecilla. El 20 de septiembre tenemos revisión en Málaga, a ver qué nos dicen.


Por su parte José está muy fuerte y no para. Eso sí, de momento mis niños son de pocas palabras, sólo dicen 5: mamá, papá, ahí (para señalar cualquier cosa), más (para pedir comida o agua) y bob (de Bob Esponja), el único dibujo que les llama la atención. De todas formas los 2 lo entienden casi todo, especialmente José.


La verdad es que así como para los bebés ha sido un verano bueno (excepto por el no-comer y no-engordar de Vera), para mí no, de ahí mi silencio. Supongo que tras tanta lucha, la operación y la recuperación de Vera, mis ánimos tenían que venirse abajo, y así ha sido. En general no me apetecía hacer nada, ver a nadie ni ir a ningún sitio. La mayoría de los días sólo he hecho el esfuerzo de levantarme y atender las necesidades básicas de los bebés, no tenía energía ni fuerzas para nada más. Afortunadamente parece que estoy superando este bache emocional y últimamente salgo mucho con Vera y José, visitas, paseos, compras. Incluso nos estamos planteando por primera vez desde que nacieron hacer una escapada todos juntos, 2-3 días fuera de casa, en cualquier sitio, la idea es hacer nuestro primer viaje de placer como familia. Espero que esa idea se concrete pronto y poder enviar muchísimas fotos del acontecimiento.


Otro proyecto a corto-medio plazo es poder recuperar mi vida "normal", es decir, volver al trabajo. Pero eso dependerá de lo que me digan el 20 de septiuembre los médicos. Tengo plaza para los 2 en una guardería muy cercana a casa, además me subvencionan el 75 por ciento del coste, pero claro, estoy pendiente del visto bueno de los médicos para llevarlos a los 2, o por lo menos a José, porque es imposible que los deje solos en casa con el papá aunque sólo sea unas horas: el papá no tiene ni paciencia ni salud para eso.


Así que todo son planes... lo cual es bueno, desde luego. Ya iré contando.


Besos y abrazos.