martes, 4 de febrero de 2014

BALANCE VITAL

Recuerdo cuando escribía sobre mis viajes, mis "problemas" laborales... cosas de la vida cotidiana de cualquier persona... Hace más de 4 años dejé de escribir "de mí" para escribir "de mí con mis peques". 
SOY FELIZ, sí, soy feliz. He vuelto al trabajo después de casi 4 años fuera y tengo la inmensa suerte de que trabajo sólo 30 horas a la semana (tenía y tengo claro que el trabajo es sólo una parte de mi vida, y no la más importante) y, además, que después de casi 12 años trabajando en el mismo sitio mis nuevas responsabilidades son las que más me han llenado desde que empecé. 
SOY FELIZ. Ante todo y sobre todo porque veo a mis peques ya creciditos, con personalidad, ideas y gustos propios... Miro atrás y veo tantas horas de hospital, tantas operaciones, tantas lágrimas, tanto dolor... Y oigo ahora mismo a mi Vera jugar en el salón, hablar, discutir y pelearse con José y sé que ESTO ES LA FELICIDAD. 
No sé qué me depara el futuro... Desearía aparte de ser feliz como madre y como trabajadora, serlo también en el plano amoroso, que no lo soy porque en este tortuoso camino descubrí que el padre de mis hijos no estaba a la altura de las circunstancias, o al menos no como esperaba y necesitaba yo... Y en algún momento, o seguramente en la suma de muchos, el amor que sentía por él se apagó definitiamente... Hace mucho que somos 2 extraños que vivimos bajo el mismo techo... No me apetece hablar con él ni compartir nada ni a nivel físico ni espiritual ni intelectual... Cuando el amor desaparece queda poco, en este caso para mí lo único es el nexo de unión de nuestros hijos, y muchas veces ni siquiera eso, porque tenemos formas casi opuestas de entender su educación y cómo deben criarse. Yo pongo siempre por encima el amor, el cariño y la comprensión, siendo por otra parte firme cuando considero que debo serlo... Su padre cree en la educación de hace 50 años: palos, gritos y hablar y comprender poco... Evidentemente en este aspecto de mi vida soy ABSOLUTAMENTE INFELIZ. Echo de menos tener a alguien en quien apoyarme y con quien compartir la felicidad que siento... y por qué no admitirlo, echo de menos alguien a quien abrazar, besar y que me haga sentir viva...

4 comentarios:

la MaLquEridA dijo...

No hay felicidad completa, ¿Que se puede hacer?


Besos a los tres.

Susana dijo...

Lo siento mucho. Tal vez sería mejor que te separaras. Un beso.

Zafferano dijo...

Anda, que lo peor ha pasado! Ahora, con calma, plantéate el futuro...
Un besote!

Anónimo dijo...

Piensa en ti y en tus hijos....