La noticia de la muerte de Carme Chacón me reafirma en el sentimiento que tengo con mi hija Vera desde que nació (con una grave cardiopatía congénita). No importa que sus revisiones vayan bien, no importa que esté fuerte, alegre y preciosa... Cualquier día, en cualquier momento, mientras juega, mientras duerme SU CORAZÓN PUEDE PARARSE. Me obligo a mí misma a no olvidar eso, por mucho que me duela, PORQUE ME DUELE HASTA LO INSOPORTABLE... Pero, por otra parte, esa certeza me hace relativizarlo todo y al mismo tiempo darle su importancia justa. ¿QUÉ IMPORTA DE VERDAD? El aquí y el ahora, este segundo, este momento que comparto con mi hija, porque puede ser el último. No hay dinero que pueda pagar el tiempo con mi hija, el tiempo de mi hija, por eso el trabajo y todos los pequeños-grandes problemas de cada día son infinitamente insignificantes. ¡GRACIAS VIDA POR HABERME DADO A MI VERA Y POR PERMITIRME VIVIR JUNTO A ELLA TODOS Y CADA UNO DE SUS YA MÁS DE 7 AÑOS! A pesar de todo lo dicho no os engañéis: ¡espero y estoy convencida de que ambas moriremos de viejecitas!
2 comentarios:
¡Pero que hermosa y grande que esta Vera¡ recuerdo perfecto sus primeras fotos de una pequeñita bebé. Me da un gusto enorme que las dos se vean sanas y preciosas. Claro valora todo momento con ella, pero también con Jose y contigo misma porque nadie tiene la vida asegurada. Y esa es una lección que todos deberíamos comprender y seríamos más felices. Por cierto, me imagino a ambas como dos viejecillas guapísimas. Claro que si. Besos amiga.
Gracias Jova por tus palabras y apoyo siempre!
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