Quiero compartir este sentimiento con vosotros... y es que a pesar de la situación de Vera sé, me doy cuenta de que tengo mucha suerte. Y eso diréis?
1/ Adoro a mis hijos y ellos me demuestran su cariño con sus infinitas sonrisas a todas horas.
2/ Mis niños no lloran. Sí, a veces refunfuñan un poco, y hasta se embarracan, pero en general lo suyo es comer, dormir y sonreir. Si lloran, 99 % de las veces es por hambre, así que a enchufar bibe o teta y listo! Por la noche es meterlos en la cuna (normalmente sobre las 10 de la noche) y no haber niños hasta la mañana siguiente. Eso sí, a Vera la levantamos para darle el bibe... aunque ella casi ni abre los ojos mientras se lo toma. Y José, a no ser casos excepcionales como anoche, que se despertó muerto de hambre a las 4, son las 10 de la mañana y él durmiendo, o se despierta y él sólo se entretiene en la cuna hasta que vamos a sacarlo.
3/ Mis bebés, como ya os he dicho, no sólo duermen muy bien sino en cualquier parte: su cuna, el sofá, el hospital (en el caso de Vera), la cama de la agüeli (José), mis brazos...
4/ José ya sabéis que come genial desde siempre (qué descubrimiento la papillas desde hace 3 días!) y Vera, bueno, nos vamos acostumbrando, ella en su línea de 60-70 ml cada 3 horas, pero mientras vaya engordando...
5/ Aparte del problema cardíaco de Vera, la verdad es que en estos 5 meses no se me han puesto malitos de nada, como no sea estar estreñidos un par de días o algún ojillo irritado que se ha curado lavándolo con un poco de suero.
6/ Es cierto que me he sentido y me siento a veces muy sola y agobiada, pero tras aprender a vivir con las pelusas que viven a sus anchas en el pasillo, pues pienso "lo que no se hace hoy se hará mañana!". Mi prioridad y preocupación casi única es el cuidado de mis bebés, lo demás siempre puede esperar.
7/ Desde que Vera está con nosotros en casa he descubierto que me encanta mi hogar (aunque a veces también echo de menos "salir") y que cuando cerramos la puerta por la noche tengo bajo mi techo todo lo que quiero y necesito!
8/ Desde que nacieron mis bebés he recibido infinitos apoyos de mis amigos, familiares, conocidos, etc. Sí, se echa de menos alguien que te ponga una lavadora, te barra el suelo, te ayude a hacer más de un recado o a dar más de un biberón, pero los infinitos mensajes, e-mails, visitas, llamadas, etc. han impedido e impiden que me derrumbe, como más de una vez tengo la tentación de hacer...
9/ UNA DE MIS MAYORES SUERTES? TENEROS AHÍ, AMIGOS BLOGUEROS y estar siempre deseando compartir y que compartáis conmigo nuestras historias.
OS QUIERO!